Kawsay Misk'i

Martes 29 de mayo del 2018 Hoy tuve cita con mi psicóloga y llego a la conclusión de que he mejorado y ya no estoy deprimida. Estoy feliz de estar superando todo esto, pero también me puse a pensar de todo lo que pase para llegar a donde estoy ahora. Empezando por la separación de mis padres, diagnostico de una nueva enfermedad y problemas sociales. Lo mas denso que me paso fue enamorarme, me enamore estando deprimida. Siempre había deseado estar en ese estado de vulnerabilidad hacia otra persona no pude percibirlo hasta varios meses después. Lo gracioso o triste de todo esto es que la otra persona no lo sabia y yo tampoco se lo demostraba estuve meses en un limbo sin saber que hacer, no nos frecuentábamos mucho pero yo ya estaba embelesada por esa persona. Nueve meses estuve en esa situación hasta que quise salir a la luz y confesar lo que sentía, esta persona era un amigo muy cercano por no decir un mejor amigo estaba arriesgando muchos años de amistad sin embargo yo no aguant

Culminando mi periodo me puse a pensar que ya no estaba teniendo cólicos tan fuertes y que ya no estoy tomando pastillas para el dolor. Entonces caí en la cuenta que se debe a lo que estoy consumiendo en los últimos meses, hace un año tuve un cólico tan fuerte que me pusieron el analgésico por intravenosa, después me dio anemia menstrual y eso me paso por falta de magnesio y hierro. Desde entonces me puse a investigar en como funcionaba mi ciclo, en mi etapa premenstrual me engrió lo mas que puedo a veces parece que es mas fuerte que cuando llega el periodo. Durante mi periodo consumo mas mariscos(contienen magnesio) y mucha agua de coco la cual tiene muchos nutrientes como por ejemplo una gran cantidad potasio, electrolitos, alta cantidad de vitamina C que ayuda a optimizar nuestro sistema inmunológico ya que en esos días nos volvemos mas vulnerables. Cada una tiene que entender como funciona su cuerpo para poder convivir con este fenómeno llamado menstruación. 

Martes 14 de noviembre de 2017 El dolor físico más fuerte que he tenido fue cuando me golpee el pulgar un verano y tuve que usar yeso, en segundo puesto cuando me queme con el vapor de la olla y el tercero cuando me lastime el coxis. Creerán que me duelen los pinchazos de las agujas, pero la verdad es que son pocas las veces que eso me causa dolor( uno muy leve). Otros dolores de la vida como cuando mi papá nos abandono, cuando descubrí que tenía depresión, que sufro de crisis existenciales. Y a pesar de todo eso sigo aquí con momentos tristes y felices. Muchos me decían que admiraban mi fortaleza, recién puedo darme cuenta de que de verdad la tengo. Cuesta mucho avanzar, pero ahí sigo con la lucha. ​

Martes 14 de noviembre de 2017 Hace unas semanas un amigo me pregunto que tan difícil fue para mí escuchar mi diagnóstico cuando era niña. Yo respondí lo de siempre no fue difícil. Cuando recién me diagnosticaron entraba a segundo grado de primaria, tenía 6 años y medio. El siguiente año me la pasaba comiendo helados en la salida y mis glucosas se disparaban terriblemente por lo que terminaba internada. Los siguientes años de infancia fueron más controlables hasta que entre en la etapa de negación. No quería inyectarme la insulina, quería comer "cosas normales" porque la verdad todos lo hacían y yo era el bicho raro. Mentía con mis glucosas. Baje de peso mal y en esa época era muy delgada. Cuando tenía 15 años me descompense por una glucosa alta y casi entro en coma, termine en cuidados intensivos. Lo curioso es que cuando desperté de mi casi coma mi perspectiva de vida había cambiado completamente. ​

LUNES, 11 DE ABRIL DE 2016 Ya han pasado casi dos años desde que se fue de la casa, recuerdo cuando empezó todo el malestar de parte de él y que yo le pedí que nos dejara porque la forma en que trataba a mi mamá no era la indicada, cabe recalcar que ella estaba embarazada de mi hermana menor, lo cual a él no le importo porque ya estaba ciego.  Nos dejó un día después de mi cumpleaños número dieciocho, que gran regalo papá. Mi mama y mi hermana menor lloraban porque no entendían que pasaba, y yo menos. Sabía que mi papa podría tener a alguien más en su vida, pero aún me era difícil asimilarlo. No quería estar del lado de nadie trate de que la relación que yo tenía con mis papas de manera individual no cambiara. Pero me di cuenta de que tanto daño nos hizo mi papá, y como la forma de pensar de mi mama y hermana había cambiado. Los primeros meses entre en negación y solo dormía, trataba de llevar los cursos como podía, consolaba a mi familia y me hice la fuerte. Mis abuelos patern